sábado, 23 de marzo de 2013

Memorias de Erase una vez una enfermera,

Año nuevo, vida nueva, todo nuevo.


Enero 5  del 2004-

Nuestro gerente envia una circular a todas los departamentos, solicitando el porte obligatorio del carnet del hospital, nos  solicita el uso de ropa formal para nuestro trabajo, va dirigido  a todo el personal asistencial, hace una reflexiòn de las ventajas  del uso de este, como la identificacion ante el usuario, recuerda el uso de los elementos de bioseguridad, lo anterior generado, porque en dìas pasados un fin de semana, visitò una de nuestras instituciones y encontrò a una colega vestida de jeans, camiseta y tenis sin ningun carnet distintivo, en el servicio de urgencias, sè que en un vecino paìs del norte la gente  que trabaja en los servicios de urgencias se viste con ropa informal, con una bata encima y su carnet, es obligatorio el uso de calzado antideslizante, generalmente tenis, por  recomendaciones de salud ocupacional, para evitar accidentes que ponga en riesgo la vida de los pacientes,
Lo anterior generò tal polèmica en el circulo de mis colegas que decidieron  “las minorias se adhieren a las mayorias” me dijo una compañera “toca usar uninforme” “toca diferenciarse de los  otros” “las jefes debemos distinguirnos”, yo pensaba por fuera o por dentro, yo creìa que lo màs importante era lo de por dentro, eso llevò a una reuniòn en la casa de un  diseñador, no pude asistir, el modisto  me contò luego , me dijo “ sus compañeras debatieron por 3 horas “colores, tipo de tela, diseño”  “las mujeres son muy difìciles para ponerse de acuerdo” me contaba sonriendo, eso significa que en unas semanas tendremos nuestras blusas con logotipos particulares, que nos  haràn ver a todas las enfermeras de  consulta externa homogéneas por fuera pero heterogéneas por dentro, eso me llevò a pensar y a leer un poco sobre como se iniciò nuestra profesiòn y asì supe  que solo  hasta el año de 1975, la Enfermeria se reconociò como profesiòn, se dice que la enfermeria està ligada con el cristianismo, ya que en los años 60 D:C:  aparecen las diaconisas, mujeres que se dedicaban al cuidado de los enfermos, y luego se habla de que las viudas y las mujeres solteras, se organizaron para cuidar a los enfermos y eran reconocidas socialmente, posteriormente con la difusiòn del cristianismo entre las mujeres nobles, aparecen las matronas romanas que transforman sus casas en hospitales y alcanzan gran auge en los siglos V y VI, luego los monasterios dedicados inicialmente a la oraciòn, empiezan a atender a los monjes enfermos, de èste modo estos religiosos se convierten en  enfermeros y se empieza a hablar de las cualidades morales y profesionales de las enfermeras.
La enfermerìa moderna como la conocemos  la impulsò Florence Nightingale,  nacida  en  florencia en 1820, era muy adinerada, inicia sus  actividades atendiendo  a soldados en la  guerra de Crimea, luego empieza a trabajar en el hospital de Turquia, su esfuerzo lo canaliza mejorando las condiciones sanitarias, habla de lo que hoy conocemos como asepsia, desinfecciòn, lavado de manos,  y se dice que  gracias a su  labor se  disminuyo  de forma dramàtica los indices de mortalidad de un 42% a un 3% en el hospital de Turquia, entonces el gobierno inglès crea  el Fondo Nightingale con el que funda la primera escuela de enfermeras en el Hospital de Santo Tomàs en 1860, luego se empiezan a formar escuelas en el continente  americano y asì  en Colombia la primera facultad de enfermeria  se  crea en 1920. Mirando las fotos  las enfermeras se cubrìan siempre el cabello con una especie de pañoleta, luego vinò la coqueta toca, con cintas de colores, que distingue cada facultad y luego se le agrega escudos de oro, los uninformes de fondo oscuro con delantales blancos, luego el impecable vestido blanco, debajo de la rodilla y usualmente con prenses, luego la coqueta minifalda, luego la comodidad del vestido de dos piezas, pantalon y chaqueta, holgados, luego màs ceñidos, destacando la silueta, algunos con transparencias y escotes...luego grises, azules oscuros para las JEFES  Comunidad, para que se vieran  “muy sobrias  y serias”, luego empezaron a cambiar de color la pintura de  los hospitales y de los uninformes, vinieron las batas azules, verdes de cirugia, los uninformes  con diseños  de muñecos, con lo logos simbolos de las diferentes profesiones, y  otros profesionales se uninformaron, y es asì como  desfilan en las calles, en los buses, en los carros particulares, por los pasillos, por los almacenes, las siluetas que caracterizan a los trabajadores de la salud, de todos los niveles, nosotras nos volveremos a vestir de pantalon azul oscuro, blusa blanca y encima una bata blanca con puños y cuello azul oscuro, otra en color verde menta y otra en cuadritos azules, con logotipòs bordados, y encima del bolsillo delantero superior resaltarà la  palabra “Nurse”, una mèdica me dijo porque en inglès y yo me limite a sonreír, pues no  tenía una  respuesta





















martes, 5 de marzo de 2013

Memorias de Erase una vez una enfermera

El amor todo lo puede,



AGOSTO DEL 2001

-“Hola jefecilla, Mauricio te dejò esto” y me alcanzo un afiche  que decìa “ tu amistad ha crecido mi manera de apreciar y amar todas aquellas pequeñas cosas que hacen grande la vida” “èl se fue, yo estoy feliz porque siento que està descansando”, era aquella jovencita que a la vez era mi colega y que conocì como estudiante y que fue protagonista de un amor efimero en  tiempo, pero que rompio la barrera del tiempo

Entoncès lo recordè a èl, con sus 27 años, su piel tostada, sus grandes ojos negros, su sonrisa abierta, me lo presentò el mèdico que lideraba el programa  VIHSIDA en un tiempo, me dijo que nos colaborarìa en los talleres de adolescentes sobre salud sexual y reproductiva, y efectivamente diò muchos testimonios, contò su historia, de cómo llego a ser portador del virus del VIH, HABLÒ DE SUS SUEÑOS, impactaba  la fe que mostraba “Dios me sanarà” y muchas veces, 4 o 6 con intèrvalos de 6 meses me pedìa autorizara nueva prueba presuntiva VIH Elisa, que son aquellas que detectan anticuerpos totales sin especificar a cuales proteinas del virus, son muy sensibles, pero requieren una prueba confirmatoria, en nuestro hospital se utiliza el western blot que detecta anticuerpos individuales contra todas las proteinas del virus, y entonces èl empezaba a  contar en regresiva los dìas en que llegarìa el resultado, siempre con la esperanza de que  esta vez el resultado reportara “NO REACTIVO”, nosotros comentàbamos con el mèdico que dentro de los derechos que tiene una persona que convive con el virus del  VIH es el de repetir la prueba, a veces en diferentes laboratorios, es parte del proceso de aceptaciòn.
Recordaba su tristeza, sus ojos empañados, su voz entrecortada, pero luego a los pocos dìas estaba otra vez ahì “jefecita en que hay que colaborar” y entonces siempre aparecìa alguna actividad, que nos apoyara como anotador, que se disfrazara de payaso para la fiesta de los niños, que nos ayudara a pintar los consultorios, que  limpiara algùn carro, que tomara fotocopias, que me acompañara a tomar tinto, y asì empezo a ser muy familiar, uno de los nuestros, de los funcionarios del centro.
Y  ahora ella estaba ahì,  muy pàlida, enseñàndome que no importaba su dolor si èl ya no sufrìa, me contò como habìa sido su fase terminal, de cómo habìa vivenciado todos los  estadios de la infecciòn del VIH en forma real, y entonces ella supo que desde hacia 4 años el tenìa un recuento de Cd4 por debajo de 100 y eso significaba que hacìa ese tiempo o màs ya habìa llegado a fase SIDA,  entonces  a ella se le  iluminò el rostro  y dijo “Dios nos diò 4 años  extra para disfrutar la vida, con èl todo era diferente, gozabamos todo, la lluvia, el sol, la comida, nos reiamos de todo, todos los dias nos veiamos, a veces no tenìamos plata, contàbamos las monedas, caminàbamos, nos entretenìan los niños, los animales, reìamos cuando ibamos al parque, y nos subiamos en la montaña rusa, en los carritos choquones, en los caballo, con èl conocimos la playa, la majestuosidad del mar, cada dìa  cada amanecer era una oportunidad, yo no  lo sabìa, no sè si èl”.